Es hora de reactivar el sub régimen de sustitución de productos, la acreditación de origen y legislar en materia de servicios fueguinos.
Es el momento de pedirle a Poder Ejecutivo Nacional, que legisle y/o renueve los decretos del sub-régimen, de la Ley 19.640, para poder salvar a la isla de Tierra del Fuego.
Como titular del estudio contable Rivero y Asociados, (www.riveroyasociados.com.ar), tengo numerosas consultas, buscando acogerse al sub régimen de dicha ley, buscando la acreditación de origen, y de esa manera, obtener aquel beneficio impositivo, que nos daba el sub-régimen, hoy casi olvidado para muchos.
Hay muchos fabricantes del territorio continental nacional que, agobiados por la carga impositiva, quieren venir a fabricar a la isla.
Recuerden que, en diciembre 2003, con la finalización de la vigencia de aquellos decretos, dependemos de que el Poder Ejecutivo Nacional, legisle en esta materia, y así abrir nuevos caminos, ya sea, para la fabricación de nuevos bienes o servicios, o bien, para realizar las sustituciones de productos y proyectos, que con el tiempo quedaron obsoletos.
No es menos importante, legislar sobre algo olvidado por las leyes locales, y que sería una excelente oportunidad para hacerlo… y ello es LA APLICACIÓN DE LEY 19640, Y EL SUB-REGIMEN, EN MATERIA DE SERVICIOS.
Como verán, hay muchas actividades, que están olvidadas por la ley y el sub régimen, tales como la industria del software. Hoy, en Tierra del Fuego, con la cantidad de mentes creativas que posee, LA INDUSTRIA DEL SOFTWARE, NO PUEDE ACREDITAR ORIGEN. De lograrlo, podríamos tener en la isla un gran número de industrias dedicadas a desarrollar ese servicio, convertirlo en un producto y exportarlo, ya que como sabemos, es la industria del futuro. Que lindo sería… convertir a Tierra del Fuego en la cuna de la industria del software.
Cuando pase la pandemia del Conoravirus, sabemos que se viene una gran depresión para nuestra isla, para el país, y para el mundo entero.
Poseemos las herramientas y no las podemos usar porque están viejas, obsoletas, fuera de vigencia… creo que llegó el momento de volcar todas las energías necesarias, para ponerlas nuevamente en funcionamiento.
Tenemos que convertir esta situación en una oportunidad, generar un éxito, antes de enfrentar un fracaso.